jueves, 17 de mayo de 2012

EL ALFABETO EMOCIONAL


El Dr.Juan Hitzig, Profesor de la Universidad Maimónides y reconocido gerontólogo dedicado a estudiar las causas de la longevidad saludable sostiene con humor que: “El cerebro es un ‘músculo’ fácil de engañar; si sonríes cree que estás contento y te hace sentir mejor”. Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción (del griego emotion, movimiento), un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo físico en forma de malestar, enfermedades e incluso de muerte.

En otras palabras el poder del pensamiento tiene función directa sobre nuestro organismo, porque de nosotros depende estar tristes o alegres, con una actitud positiva hacia la vida y hacia cada instante que vivimos, a veces creemos que los problemas son monstruos enormes de mil cabezas y 30 metros de altura y que nos engullen fácilmente, pero eso también es una simple percepción cerebral.

En base a sus años de experiencia el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene saber y sobre todo poner en práctica.

Las actitudes R: resentimiento, rabia, reproche, rencor, rechazo, resistencia, represión, son generadoras de coRtisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares. Las conductas R generan actitudes D: depresión, desánimo, desesperación, desolación.

En cambio, las conductas con S: serenidad, silencio, sabiduría, sabor, sexo, sueño, sonrisa, sociabilidad, sedación, son motorizadoras de Serotonina, una hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda el envejecimiento celular. Las conductas S generan actitudes A: ánimo, aprecio, amor, amistad, acercamiento.

Con solo aprender y comprender este alfabeto emocional lograremos vivir más tiempo y mejor, porque la "mala sangre" (mucho cortisol y poca serotonina) deterioran la salud, posibilitan la enfermedad y aceleran el envejecimiento.
El buen humor , en cambio , es clave para la longevidad saludable.

Muy difícilmente se nos puede garantizar el tiempo que durará nuestra vida, y su longevidad, pero sí, podemos decir que recordar este estudio del Dr. Juan Hitzig, nos pone frente a la elección de cómo vivir el tiempo que nos es dado.

como siempre la elección es tuya ¿que eliges hoy?

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